EL CAMBIO DE ERA POLÍTICA.

EL CAMBIO DE ERA POLÍTICA. 

Trump cambió la cultura de hacer política y su segunda elección tendrá una gran repercusión en la manera como se logra llegar al poder. El cruzar la línea de lo "decente", es avanzar hacia un camino sin regreso.

Esa linea que se cruzó, la ciudadanía la viene aceptando hace un tiempo. El progresismo, el mundo liberal, la centroizquierda en Chile saben que las elecciones ya no se ganan con el "buenismo", volver atrás e intentar cambiar es seguir perdiendo elecciones. 

Por otro lado, la extrema derecha se dio cuenta que el progresismo abrazo las banderas de las minorías, dejando fuera las luchas sindicales, laborales y de los trabajadores. 

Es un cambio de era, a lo que Elon Musk también claudico. Sus negocios con el Estado son más importantes que el ninguneo de Trump en las elecciones pasada, esta vez se cuadro con el.

El juego de la polarización, de la creación de enemigos, de la verdad alternativa al deseo del líder y sus seguidores, el violar las reglas para corregir las cosas, configurando una realidad paralela. 

Este fenomeno se denomina "polarización afectiva", en el cual las personas desarrollan sentimientos negativos hacia los grupos políticos opuestos. En lugar de centrarse en diferencias de propuestas, esto se manifiesta como una división emocional entre "nosotros" (mi grupo) y "ellos" (los otros). Creando emociones como desprecio, odio y ceguedad selectiva; en la cuál se minimizan los defectos del propio grupo y se exageran los del grupo contrario. Todo esto amplificado por las redes sociales, donde el contenido busca dividir y radicalizar opiniones.

Por último y para echarle un pelo más a la sopa, la satisfacción con la democracia ha disminuido notablemente. Nuestra política nacional está marcada por ciclos de euforia desbordada seguidos de decepción fulminante. Donde los mismos votantes qué le dan la victoria a una posición,cada vez con mayor rapidez abandonan a esta. 

La democracia se vuelve un espacio de disputas de individuos aislados. Donde los ciudadanos con su calculadora personal en la cabeza, votan hoy por uno y mañana por otro. Esto sin ninguna identidad colectiva, debilitando la representación a la sociedad de forma consistente. Siendo la alternancia del poder una respuesta al juego de la democrácia, la cual cada vez se parece mas a una lista de asistencia en el "check list" de la participación ciudadana. 

FZP.