Trump y Musk: la sombra sobre la democracia.
En los últimos días hemos sido testigos de una escalada política y mediática que tiene como protagonistas a dos de los personajes más influyentes y controversiales del escenario global: Donald Trump y Elon Musk. Lo que comenzó como un cruce de declaraciones ha derivado en un conflicto de alto voltaje, con implicancias profundas sobre el estado actual de la democracia en Estados Unidos y, por extensión, sobre el modelo democrático occidental. Más allá de si simpatizamos o no con Trump —una figura polarizante por naturaleza— hay un hecho que no puede pasarse por alto: fue elegido democráticamente por millones de personas que depositaron en él sus esperanzas, temores y frustraciones. Gusten o no sus políticas o su estilo, el proceso que lo llevó al poder fue legítimo, y esa legitimidad no puede quedar a merced de intereses particulares, por muy poderosos o influyentes que sean. Aquí es donde entra Elon Musk. El magnate tecnológico, que ha construido su imperio sobre la base de la innovaci...